Los cigarros del faraón es el
cuarto álbum de la serie Las aventuras de Tintín, escrita y
dirigida por el autor belga Hergé. La historia se publicó
primero en las páginas de Le Petit Vingtième, suplemento
infantil de aparición semanal del periódico Le Vigntième
Siècle, entre el 8 de diciembre de 1932 y el 8 de febrero de
1934. También en 1934 apareció por primera vez en álbum. En
1955 fue redibujada y editada en color. Originalmente llevó
el título de Tintín en Oriente. Constituye la primera parte
de una aventura que prosigue en el álbum siguiente, El Loto
Azul. En Los cigarros del faraón aparecen por primera vez
algunos personajes destacados de la serie, como Hernández y
Fernández, Rastapopoulos, Allan Thompson y Oliveira da
Figueira. Al igual que los tres álbumes anteriores (Tintín
en el país de los Soviets, Tintín en América y Tintín en el
Congo, consiste sobre todo en una sucesión de peripecias sin
relación entre sí. A diferencia de ellos, sin embargo, por
primera vez Hergé confiere cierta unidad a la trama mediante
un elemento misterioso, los cigarros que dan título al
álbum. La historia reúne varios elementos típicos de la
literatura pulp: la maldición a los profanadores de tumbas,
una sociedad secreta y el misterio que envuelve la identidad
del jefe de una banda de traficantes de opio. El argumento
está claramente influenciado por el descubrimiento, en 1922,
de la tumba de Tutankamón por el arqueólogo Howard Carter.
Argumento: Tintín
viaja en un crucero con destino al Extremo Oriente. A bordo
conoce al extraño egiptólogo Filemón Ciclón quien viaja en
busca de la tumba del faraón egipcio Kih-Oskh. Tintín le
acompaña hasta la tumba y allí descubre los misteriosos
cigarros, que esconden algo más que tabaco. Entonces es
secuestrado y abandonado en el mar, pero se salva y
desembarca en Arabia. Después de numerosas peripecias va a
parar a la India, donde se aloja en casa del Maharajá de
Rawhajpurtalah. Aparecen aquí personajes que luego
encontraremos de nuevo: los inefables policías Hernández y
Fernández, el malvado Rastapopoulos y el peculiar Oliveira
de Salazar. Los cigarros del Faraón empiezan a aparecer en
Le petit Vingtiéme el 8 de diciembre de 1932. Era la época
en que la noticia de la maldición de la tumba de Tutankamon
ocupaba muchas planas de los periódicos sensacionalistas.
Este tema interesó a Hergé de tal forma que años más tarde
lo volvió a plantear en Las 7 bolas de cristal.
Personajes:
FILEMÓN CICLÓN: egiptólogo
despistado que busca la sepultura del faraón Kih-Oskh.
ALLAN THOMPSON: patrón de barco
y contrabandista a las órdenes de un misterioso jefe.
BEH-BEHR: nombre con que es
llamado Tintín cuando se hace pasar por soldado del ejército
de Arabia.
HERNÁNDEZ Y FERNÁNDEZ: dos
policías idénticos, excepto en las puntas de sus bigotes,
que investigan el tráfico de estupefacientes. Ésta es la
primera aventura en la cual toman protagonismo, pero ya no
volveremos a perderlos de vista.
MAHARAJA DE RAWHAJPURTALAH:
Maharajá de la India que ayudará a Tintín a desvelar el
misterio de los cigarros y que lucha contra el tráfico de
estupefacientes.
OLIVEIRA DA FIGUEIRA:
Comerciante de Lisboa. Es un vendedor nato, capaz de vender
cosas tanto de primera necesidad como totalmente inútiles,
como los esquís y la chistera que le endosa a Tintín en un
barco en medio del mar Rojo. Pero no obstante es una
excelente persona, que ayudará a Tintín en varias ocasiones.
RASTAPOPOULOS: multimillonario
productor de cine siempre metido en negocios turbios. Es uno
de los grandes enemigos de Tintín que aparece en varias de
sus aventuras. |