Argumento:
Tintín viaja al Congo donde conoce a los nativos africanos y
a los animales exóticos y salvajes de África. Una serie de
peripecias le conducen hasta el reino de Babaoro'm donde
Tintín se convierte en el hechicero de la tribu. Por azar,
se encuentra con una banda de gangsters afiliados a Al
Capone que intenta controlar la producción de diamantes en
el Congo. Tintín consigue detenerlos y parte hacia su
próximo destino: América.
Curiosidades:
Tintín en el Congo ha sido con frecuencia acusado de
apología del racismo y del colonialismo, y ha recibido
también críticas por su desmedida violencia contra los
animales. Las escenas de caza muestran a veces una crueldad
innecesaria hacia los animales. Por ejemplo, en una escena
supuestamente humorística, Tintín abate a quince antílopes,
creyendo que se trata de uno solo. En otro momento, el
personaje mata a un mono para disfrazarse con su piel y
poder así rescatar a Milú. Posteriormente, hiere a un
elefante, hace explotar a un rinoceronte con un cartucho de
dinamita y mata a un búfalo con una improvisada catapulta.
El propio Milú se queja en la página 77, cuando Tintín
dispara a un elefante, diciendo: "No soporto estas
carnicerías". Según Hergé, esta era la expresión de su
propia mala conciencia por el trato dispensado a los
animales en el álbum. Los indígenas son mostrados como
indolentes y estúpidos. A modo de ejemplo, los elefantes
hablan un perfecto francés mientras que los indígenas hablan
una lengua con una sintaxis aproximada. Hergé se defendió de
las acusaciones afirmando que el álbum muestra únicamente
los puntos de vista vigentes en la época en que escribió el
álbum. En el momento de su primera publicación, el Congo era
la principal colonia belga lo que influye notablemente en el
argumento del libro. Cuando la obra se reeditó en color, en
1946, fueron suprimidas varias referencias al dominio belga
del Congo (como una viñeta en la que Tintín, en una misión
católica, da clases a los niños africanos sobre "su madre
patria, Bélgica"), lo que contribuyó a suavizar el tono del
álbum, pero no consiguió evitar las críticas, que se
agudizaron con el recrudecimiento de los problemas
coloniales en los años 1950 y la posterior descolonización.
El álbum cayó en desgracia, y sólo volvió a ser publicado al
ritmo del resto de cómics en los años 1970. En la
actualidad, sigue prohibido en varios países como, por
ejemplo, China. Cuando se preparaba la edición para
Escandinavia, los editores pusieron objeciones a la escena,
en la página 56 de la edición en color (p. 109 de la versión
original), en la que Tintín hace estallar a un rinoceronte
con un cartucho de dinamita. En consecuencia, Hergé rehizo
la escena, de modo que el rinoceronte, después de coger por
accidente el fusil de Tintín y dispararlo, escapa con vida.
Esta versión se utilizó también en las ediciones inglesa y
alemana del álbum; en la actual edición para los países de
lengua española, sin embargo, se mantiene la historia
original. A mediados de julio de 2007, el álbum, reeditado
en el Reino Unido en 2005, protagonizó una sonora polémica
cuando la Comisión para la Igualdad Racial británica (CRE en
sus siglas en inglés) pidió a las librerías que no colocaran
el libro en su sección infantil, a raíz de una queja del
abogado David Enright. Como consecuencia, las librerías
optaron por confinar la obra en las secciones destinadas al
público adulto. La polémica no hizo más que estimular las
ventas del libro en Gran Bretaña, que crecieron en un
4.000%.[12] A principios de agosto, animado por la denuncia
del CRE, un estudiante congoleño en Bruselas demandó a la
editorial Moulinsart que publica el libro en Bélgica y pidió
la retirada del álbum por "racista y xenófobo", además de
"pura propaganda colonialista".[13] En septiembre les siguió
el Consejo Representativo de las Asociaciones Negras en
Francia (CRAN en sus siglas francesas) interpuso una
denuncia similar contra el álbum.
Aunque no aparecían en la
edición original del álbum, de 1931, en la reedición en
color (1946), Hergé introdujo en la primera viñeta, en la
que un grupo de gente despide a Tintín, a Hernández y
Fernández, personajes cuya primera aparición en la serie Las
aventuras de Tintín tuvo lugar en el cuarto álbum de la
serie, Los cigarros del faraón. Entre los que despiden a
Tintín en esa misma viñeta, tanto en la edición original
como en la coloreada, se encuentran Quique y Flupi,
personajes creados por Hergé poco antes y que también
aparecían en las páginas de Le Petit Vingtième.
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