Argumento: El
prefecto de Condate (Rennes), Graco Ojoalvirus, lleva una
vida llena de lujos en la que abundan las orgías gracias a
que estafa grandes cantidades de los tributos que paga la
ciudad a Julio César. Debido a las escasas monedas que
Condate envía a Roma, el gobierno comienza a sospechar de la
actitud de Ojoalvirus y envía al cuestor (recaudador)
Claudius Sinusitus para que informe de posibles
irregularidades fiscales en la zona. Éste es recibido de
forma aparentemente cordial por Ojoalvirus, pero poco
después es envenenado por él. Rechazando la atención de los
médicos romanos por desconfiar de ellos, Sinusitus pide
ayuda a la cercana aldea gala. Allí, Panorámix le informa de
que para curarlo necesita una estrella de plata (Edelweiss),
planta que sólo crece en las cumbres montañosas de Helvecia
(Suiza), adonde viajan Astérix y Obélix. Durante su viaje
por la Galia, los romanos les dejan marchar libremente, pero
al llegar a Helvecia comienzan a sufrir la persecución de
las legiones debido a que el gobernador de la región y amigo
de Ojoalvirus, Cayo Diplodocus, desea que fracasen en su
misión. A pesar de los impedimentos de Diplodocus, Astérix y
Obélix logran cruzar Geneva (Ginebra), el lago Lemanus y
finalmente hacerse con la planta en una cumbre cercana con
la que regresan para curar a Sinusitus, gracias a la ayuda
inestimable de varios helvecios como el posadero Guardiasuix,
el banquero Zúrix y un grupo de montañeros tiroleses.
Gracias a la estrella de plata, Sinusitus se recupera, bebe
la poción mágica y le da su merecido a Ojoalvirus, para
después ordenar la detención de éste y Diplodocus. Sinusitus
es el primer y único romano en las aventuras de Astérix que
asiste como invitado a la tradicional cena nocturna que
ocurre al final de todos los álbumes. Al igual que en sus
viajes por otros países, los helvecios aparecen
caracterizados por varios tópicos: su obsesión por la
limpieza (lo que ocasiona la ira de Cayo Diplodocus, que no
concibe un banquete divertido si no es también grasiento),
la precisión de sus relojes (aunque aún no son de cuco, sino
de arena), el queso con agujeros, el secretismo de sus
bancos, su afición al montañismo y su obsesión por mantener
la neutralidad en la mayoría de los conflictos y auxiliar a
los heridos de todos los bandos (hasta el punto de que,
cuando por fin se deciden a enfrentarse a los romanos, les
curan las heridas). También aparece un edificio monumental
donde se reúnen los representantes de todas las tribus de
Centroeuropa para discutir sobre política (aunque la mayoría
de los presentes se acaba durmiendo), un antiguo precedente
de las Naciones Unidas.
Curiosidades: Al
inicio de la aventura, se puede observar una orgía romana
que reproduce algunas escenas de la película Satyricon
(1969) de Federico Fellini.
Tras perder una rueda de carro
en su viaje a Helvecia, Astérix y Obélix paran en una
especie de estación de servicio donde les atiende un tal
Antarix, que no es ni más ni menos que la mascota de la
cadena de gasolineras francesa Antar. En la versión inglesa
de este álbum se sustituyó a Antarix por la mascota de
Michelín.
Cayo Diplodocus habla sobre una
mancha en su toga en una viñeta de la página 20. Debido a su
color negro, la mancha no procede, obviamente, del queso
fundido del que se atiborra, sino que se asemeja más a un
borrón de tinta sobre el dibujo. Por si fuera poco, la
mancha desaparece en las viñetas siguientes y no vuelve a
ser mencionada, por lo que se especula que Uderzo dejó un
borrón en ese lugar de forma involuntaria y para no tener
que rehacer la página, modificó el diálogo entre Diplodocus
y el esclavo helvecio. Uderzo nunca ha confirmado esta
historia, y cada vez que se le pregunta por ella, la
desmiente (aunque siempre de forma irónica).
Personajes:
Abraracúrcix, Astérix, Asurancetúrix, Esautomatix, Obelix,
Panoramix
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