Argumento: En un
día de tormenta toda la aldea gala está reunida en la casa
de su jefe Abraracúrcix temiendo que el cielo se desplome
sobre sus cabezas. En ese momento llega un adivino que
consigue ganarse la confianza del pueblo, menos de nuestro
héroe Astérix y el druida Panorámix. El adivino, aliado con
los romanos convence a los galos para que abandonen el
pueblo. Una poción de Panorámix convencerá al resto del
pueblo de su error tras una treta y volverán en la búsqueda
de los romanos. Como curiosidad sobre este libro hay que
darse cuenta de que hay una alusión más que explicita a un
cuadro de Rembrandt. Sólo hay que mirar a la última viñeta
de la página 10 y veréis que se trata del cuadro "Lección de
anatomía". Esta es la única de las historias de Asterix en
la que los romanos consiguen ocupar el pueblo debido a que
sus habitantes lo abandonan por las supersticiones que les
infunde el adivino. De hecho, el centurión de Petibonum,
Caius Norterajus, se permite el lujo de enviar un emisario a
Roma para enviarle un mensaje a Julio César: "Toda la Galia
está ocupada". La ocupación dura muy poco debido a la magia
de Panoramix, que consigue que la guarnición vuelva a su
campamento.
Personajes:
Abraracúrcix, Astérix, Asurancetúrix, Baba, Barbarroja,
Brutus, Esautomatix, Julio César, Obelix, Panoramix,
Patapalo.
Curiosidades: En
Francia, las ventas de este álbum son, con frecuencia,
ligeramente inferiores a las del resto de la colección. La
única explicación que hemos encontrado es, quizás, que la
portada pueda parecer inquietante a ciertas personas. Y por
tanto, te ríes hasta no poder más de lo crédulos que podemos
llegar a ser.
Aunque el poder de adivinación
de Prólix deja que desear, en el álbum abundan sin embargo
las premoniciones sobre el futuro -quizás no siempre
conscientes... Por ejemplo, la última viñeta de la página 10
nos muestra a nuestros galos dispuestos como en un famoso
cuadro de Rembrandt, cuadro que no será creado hasta varios
siglos más tarde. Más adelante, en la página 37, toda la
aldea posa para una foto, cuando todavía falta bastante para
la invención de la cámara fotográfica. Incluso, a veces, nos
cruzamos con el druida Informatix o la casa de campo de
Albert Uderzo que, aunque los menhires de los admiradores
puedan hacer pensar lo contrario, no existían aún en aquella
época. |